Disfruta de unas deliciosas gírgolas (setas de ostra) rebozadas con un toque crujiente y sin necesidad de usar aceite gracias a esta receta con la freidora de aire. Lograrás un platillo sabroso y saludable en pocos pasos. ¡Vamos a cocinar!
Cómo hacer Gírgolas Rebozadas en Freidora de Aire
🍄 Ingredientes:
- Gírgolas frescas o congeladas (la cantidad que desees).
- 2 huevos batidos.
- Pan rallado o panko.
- Sal y pimienta al gusto.
- Especias opcionales (paprika, ajo en polvo, cayena, etc.).
- Aceite en spray (opcional)
Cocina sin ensuciar
Mantén tu Air Fryer siempre limpia y en buen estado gracias al Papel Vegetal Desechable para Freidora de Aire:
👨🍳Preparación:
- Lava y seca cuidadosamente las gírgolas. Si son grandes, córtalas en mitades o cuartos para que sean más fáciles de manejar.
- En un tazón, mezcla el pan rallado con las especias, la sal y la pimienta. Esta mezcla le dará un sabor extra a tus gírgolas.
- Sumerge cada gírgola en el huevo batido y luego pásala por la mezcla de pan rallado, asegurándote de que queden bien cubiertas.
- Precalienta tu freidora de aire a 180°C. Coloca papel vegetal en la canasta de la freidora de aire y seguidamente pon las gírgolas rebozadas en una sola capa, sin amontonarlas. Opcionalmente, rocíalas con aceite en spray para un toque más crujiente.
- Cocina las gírgolas durante unos 8-10 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes. No olvides darles la vuelta a la mitad del tiempo para una cocción uniforme.
- Retira las gírgolas rebozadas de la freidora y sírvelas de inmediato. Puedes acompañarlas con una salsa de tu elección, como alioli o salsa de tomate.
✨Tips para Obtener los Mejores Resultados
- Puedes personalizar el rebozado con tus especias favoritas para darle un toque de sabor único. (Un toque de tomillo le queda genial, ¡parece pollo!)
- Asegúrate de no sobrecargar la freidora para que las gírgolas se cocinen de manera uniforme y queden crujientes.
Con esta receta, disfrutarás de unas gírgolas rebozadas en freidora de aire que son crujientes por fuera y tiernas por dentro, ¡todo sin aceite! ¿Quién dijo que la comida saludable no puede ser deliciosa?
